Por la tercera fecha del fútbol en Bolivia, Oriente Petrolero recibió a Guabirá en un partido siempre difícil. El Albiverde venía de cosechar sus primeras 3 unidades y el rojo de Montero venía de dos empates consecutivos. Con muchas complicaciones, el Verdolaga se llevó las tres unidades sobre el final del encuentro con una obra de arte de Hugo Dorrego de tiro libre.
El encuentro estuvo muy apretado, Oriente bastante desordenado. El mediocampo era siempre de Guabirá y las jugadas más peligrosas las tuvo el visitante. El Albiverde no se podía acomodar en la cancha, tanto en salida como en la zona ofensiva no se encontró cómodo. El dueño de las ocasiones de peligro y el balón los primeros 45 minutos fue sin dudas Guabirá.
El segundo tiempo se igualaron las acciones. Oriente salió con más ímpetu y dominando al visitante, pero Guabirá mostraba que seguía siendo peligroso. El primer gol llegó temprano en el segundo tiempo, pasados 8 minutos de iniciada la segunda mitad, Alexis Ribera realizó un excelente pase para dejar mano a mano al goleador Facundo Suarez que un poco incómodo punteó el esférico, el portero logró interceptar pero se le escurrió por entre las piernas, Suárez estaba atento a la trayectoria del balón, se anticipó al error del portero y solo tuvo que volver a empujar el balón para que los Orientistas se levanten a gritar la apertura del marcador para el Albiverde.
De ahí en adelante, a Oriente se lo vio más sólido, o por lo menos dio esa impresión. Se mostró sólido en defensa y dominaba el mediocampo, pero Guabirá siempre es peligroso. Sobre el final del partido llegó el empate, Kevin Mina que siempre que juega contra Oriente habla demás en la previa, recibió el balón quedando mano a mano contra Wilson Quiñonez, remató pero el portero paraguayo logró rechazar el disparo que lamentablemente le cayó a Godoy que la mandó al fondo de las redes y decretó el empate del azucarero.
Parecía que todo estaba dicho, que el empate sería el resultado final pero un tiro libre cambió la historia. A los 88 minutos, Hugo Dorrego agarró el balón, lo acomodó, se posicionó y se concentró. Solo quedaban 2 minutos para la finalización del tiempo reglamentario cuando Dorrego se marcó una obra de arte, besando el esférico con su derecha para suba muy suavemente por encima de la barrera y baje violentamente y se incruste en el fondo de las redes. Tan sutil, exquisito y hermoso fue el gol que el mismisimo portero quedó arrodillado pidiendo clemencia.
Sobre el final, Hugo Dorrego le devolvió la sonrisa al hincha Orientista que se dio cita en el Tahuichi Aguilera. Oriente cumplió en casa, en un partido muy apretado le ganó a Guabirá y se coloca en buena posición en el Grupo A quedando tercero y a la espera de su próximo encuentro ante Palmaflor en Cochabamba.
