El liderazgo de Marcel Román es indudable. Cada vez que el uruguayo se viste de verde y blanco y sale a defender los colores, lo hace como al hincha de Oriente le gusta, con garra. En el encuentro contra Guabirá volvió a ser el líder del equipo. Buscando el balón, repartiendo y ordenando el mediocampo, aunque sigue siendo algo desprolijo.
Incluso, su liderazgo se evidenció en una particular situación. La barra de Oriente (Los De Siempre), no había podido ingresar al Gilberto Parada por situaciones ajenas. Cuando lo hizo, decidió colgar el trapo principal en la malla, algo que está prohibido. Entonces, el juez Guery Vargas decidió parar el encuentro hasta que se baje el trapo. Cuando el árbitro exigió que un jugador vaya a pedir que bajen el trapo, fue Marcel Román el que tomó la decisión y fue corriendo a hablar con los hinchas que sin ningún problema hicieron caso al pedido del referente. Algo que normalmente, lo hace el jugador que lleva el cintillo de capitán, pero para Román, no fue un obstáculo para ir a hablar con su hinchada.
