El presente de Oriente Petrolero se viene complicando según pasan los partidos, en la anterior fecha había perdido de local ante Royal Pari y anoche perdió su partido contra el colero del Campeonato (Guabirá) por 1-2.
Los dirigidos por Camacho tuvieron un pobre desempeño y dejaron una horrible imagen de Oriente en los 90 minutos. El primer gol de la visita lo marcó Waldermar Acosta a los 6′ minutos del partido tras una fallida intervención de Romel Quiñonez que dejó pasar el balón y desde atrás el delantero uruguayo no perdonó.
La respuesta de Oriente fue inmediata, se fue con todo al ataque pero sus jugadas eran improductivas y poco peligrosas. Guabirá se replegaba pero hacía daño en los contragolpes. A los 19′ del partido, John García recibió un pase a la banda derecha, desbordó a su rival, mandó un centro que fue despejado a medias por un defensa del rojo y fue Lucas Mugni quien recogió el rebote, la paró, acomodó su cuerpo, levantó la cabeza y vio un pequeño espacio para mandar a guardar el balón y darle el empate a Oriente.
El primer tiempo se mantuvo en empate y con algunas ocasiones generadas por ambos equipos. El segundo tiempo comenzó mal, Guabirá volvió a ponerse adelante en el marcador temprano. Luis Hurtado a los 53′ minutos del partido aprovechó otra desatención de la defensa albiverde y cazó un rebote con un zapatazo que se enterró en el ángulo.
De ahí en adelante Oriente se cayó, se llenó de imprecisiones y se desconcentró totalmente. Las jugadas eran pobres en producción futbolística, no había peligro para el arco defendido por Cárdenas y para colmo, Mario Cuéllar sufrió una grave lesión que lo obligó a salir del Estadio por sus propios medios y encima, Camacho ya había realizado los tres cambios y obligadamente Oriente se quedó con 10 jugadores hasta la finalización del partido.
Otro resultado adverso que provoca malestar en el siempre exigente hincha Orientista. Es el segundo partido consecutivo que Oriente pierde en el Tahuichi Aguilera y la situación en el ambiente refinero se vuelve más tensa por la falta de respuestas a muchas interrogantes que la gente tiene.
