La tan cuestionada Federación Boliviana de Fútbol, dio esta semana, otra muestra de la crisis dirigencial y política en la que está sumergido nuestro fútbol. FABOL demostró tener un peso importante y un apoyo fuerte por parte de los principales actores, los jugadores, en esta novela que se convirtió el futbol boliviano. La FBF subestimó al organismo que representa los intereses de los jugadores y quiso dar inicio a un torneo en donde todavía algunos clubes no han saldado, ni regularizado la situación con sus jugadores. En vista a ello, el gremio de jugadores se solidarizó con los planteles más afectados y pretenden dar batalla a la imposición de iniciar el torneo.
A raíz de la decisión de los jugadores, salieron a la luz diferentes problemas, como el despido en cancha, por parte de la Presidente de Independiente Petrolero al capitán del equipo o que muchos de los jugadores del mismo club, todavía no tienen un contrato firmado.
Con el correr de las horas van surgiendo nuevos problemas y amenazas de la FBF a los clubes, de los clubes a sus jugadores, técnicos que dejan su cargo, en una clara muestra de desorganización y nula planificación conjunta de todas las partes que integran el fútbol nacional.
Por lo pronto, la Federación solicitó en reunión con los presidentes de los 16 clubes de la primera división para continuar con la 2da fecha programada y convocó a una reunión con los capitanes de los clubes. Son horas de incertidumbre total, para finalmente dar inicio a la pasión de multitudes y dejar la novela para las 9 de la noche.
