El argentino marcó un golazo de tiro libre que le dio la victoria a un Oriente que realmente la necesitaba. El jugador que lleva la dorsal 7 entró en el segundo tiempo y le cambió la cara al equipo, partidazo del Mudo.
No es la primera vez que Oriente consigue la victoria por obra de Pablo Ruiz, curiosamente la última vez que pasó eso fue en el mismo escenario pero con rival diferente, aquella vez fue contra Nacional Potosí. El mudo se fabricó un penal y lo convirtió en el último suspiro contra Nacional Potosí y repitió hoy contra Real Potosí en el Víctor Agustín Ugarte.
El Mudo entró en el segundo tiempo sopresivamente en reemplazo de José Alfredo Castillo que no estaba teniendo un buen partido. Tomó protagonismo en el partido haciéndose cargo de manejar el balón y darle esa pausa que necesitaba Oriente para quitarle el balón al local que estaba comenzando a asfixiar con sus llegadas.
Fundamental que el gol sirvió para llevarnos los tres puntos en una cancha muy difícil, un rival difícil y la verdad que lo necesitábamos mucho.
Lo pensé, traté de pegarle fuerte, aprovechar la altura que acá la pelota vuela rápido, por suerte entró.
Oriente tuvo un tiro libre afuera del área y fue Pablo Ruiz quien tomó el balón, apuntó y con un misilazo la mandó al ángulo y desató la locura de los hinchas en todo el país. ¡Faltaba la mano del mudo en el segundo tiempo para que Oriente vuelva a traerse tres puntos de la Villa Imperial!
